The International Society Marcé for Perinatal Mental Health, es la asociación internacional más importante en el tema de salud mental perinatal, agrupa expertos de todo el mundo, la misión de la Sociedad Marcé es promover investigación y atención clínica de la salud mental perinatal de madres y padres. Cada dos años organizan una reunión en donde se presenta investigación científica de alta calidad para discutirla entre los especialistas del tema.
Desde este año, como especialistas somos miembro de la Sociedad Marcé, hemos sometido a consideración nuestra investigación compara pérdidas gestacionales espontáneas e inducidas y ha sido aceptada para ser presentada en el Congreso virtual este 6 y 7 de octubre.
Te dejamos el link del vídeo para que puedas escuchar la información.
La traducción es la siguiente:
Soy María del Carmen Alva, los saludo desde la Ciudad de México, soy fundadora y directora general (CEO) del Instituto IRMA, Institución no lucrativa, de ayuda social, con 20 años de experiencia en acompañamiento terapéutico, a mujeres, hombres y familiares que han vivido una o más pérdidas gestacionales de cualquier índole, ya sea inducida o involuntaria y en cualquier etapa del embarazo. Hemos atendido a más de 9 mil personas en México. Somos la institución pionera en América Latina en la atención de todo tipo de pérdidas gestacionales; lo que nos ha llevado a capacitar, investigar y divulgar.
Es un gusto compartir en esta conferencia mundial sobre salud mental perinatal los principales hallazgos de nuestra investigación ya publicada en el ámbito científico, realizada en conjunto con mis colegas en IRMA: Ma. Esther Cardoso y María Teresa Zavala.
Depression and Posttraumatic Stress in Women with Induced and Involuntary Gestational Losses”
Los motivos que llevaron a realizar esta investigación fueron: en primer lugar mejorar la atención de nuestros pacientes y en segundo lugar analizar de manera comparativa, en población mexicana los efectos de ambas pérdidas en la salud mental materna, ya que en general existen pocas investigaciones al respecto y en México no se cuenta con datos descriptivos que aporten a dicha discusión.
El objetivo del estudio fue evaluar y comparar la aparición de trastornos de depresión (TD) y de estrés postraumático (TEPT) en mujeres después de una pérdida gestacional inducida o involuntaria que solicitaron atención psicológica en nuestro Instituto. Para efectos de esta investigación muerte fetal queda comprendida dentro de pérdida gestacional.
El estudio se llevó a cabo con una muestra de conveniencia conformada por 287 mujeres de la Ciudad de México y zona conurbada que fueron atentidas en nuestro instituto entre 2013 y 2016. De todas estas personas, 201 habían vivido pérdida inducida y 86 pérdida involuntaria. La media de edad fue 29.9 años.
Utilizamos los instrumentos: la Escala de Depresión del Centro de Estudios Epidemiológicos (CES-D), el Inventario de Depresión de Beck, la Escala de Trauma de Davidson (DTS) y la Escala de Gravedad de Síntomas del Trastorno de Estrés Postraumático (GS-TEPT).
Las correlaciones entre los instrumentos muestran la existencia de la comorbilidad de los trastornos de depresión y el Post Traumatic Stress Disorder (TEPT), principalmente cuando se ha vivido una pérdida provocada.
También se encontró que las mujeres que experimentaron una pérdida gestacional y que reportaron síntomas de Post Traumatic Stress Disorder (TEPT) los asocian exclusivamente a este trauma, sea inducido, involuntario o ambos. Las pruebas revelan que la experiencia de las pérdidas gestacionales inducidas o involuntarias puede resultar muy estresante y provoca en la mujer una respuesta que favorece el desarrollo de un trastorno Post Traumatic Stree Disorder (TEPT) en comorbilidad con un trastorno depresivo, agravado en los casos de pérdidas inducidas debido a que es más probable que presenten estados depresivos de mayor severidad o gravedad que en los casos de pérdidas involuntarias. En la literatura están reportados resultados similares ante las pérdidas gestacionales.
El hallazgo principal: de los resultados obtenidos en la prueba de Post Traumatic Stress Disorder Symptoms Scale, el 61.2%, de las mujeres con pérdida inducida presentan el Post Traumatic Stress Disorder (TEPT); el 53.73% lo atribuyen a la pérdida inducida como la causa o una de las causas del trastorno y el 9.95% a otros traumas. Repecto de los trastornos depresivos, se encontraron puntajes significativamente más altos en las pruebas Beck en un grado severo de depresión de 42.79% en las mujeres con pérdidas inducidas de la muestra, contra 25.58% en las mujeres con pérdidas espontáneas. Los resultados confirman que tanto la pérdida gestacional inducida como la involuntaria pueden causar un trastorno de estrés postraumático intenso y las mujeres con pérdidas inducidas pueden presentar estados depresivos significativamente más severos que las que tuvieron pérdidas involuntarias.
Estos hallazgos ameritan, en un foro como este, una amplia y profunda discusión interdisciplinaria, sabemos que este espacio de tiempo es corto y esta modalidad de compartir investigación es inédita, por lo tanto solo es posible resaltar algunos aspectos que consideramos relevantes para una discusión que esperamos pueda continuar más allá de este video:
Primero, en cuanto al tamaño de la muestra, consideramos necesario ampliar su tamaño en México y al mismo tiempo invitar a investigadores de otros países de América Latina a utilizar los mismos instrumentos y metodología con el fin de realizar un estudio regional que permitiría llevar a cabo a su vez un análisis comparativo y contar con datos descriptivos de nuestra región.
Segundo, la necesidad de seguir analizando en conjunto las implicaciones de ambos tipos de pérdidas gestacionales en la salud mental de la madre, consideramos también que sería importante incluir en futuras investigaciones el impacto de ambas pérdidas en la salud mental del padre, ya que este aspecto pasa prácticamente desapercibido, por lo menos en la región de América Latina.
Tercero, volviendo al hallazgo principal de nuestra investigación, no nos pareció sorpresivo el que las mujeres con pérdidas inducidas presenten estados depresivos más severos que las mujeres con pérdidas involuntarias, sin embargo, si fue sorpresivo el no encontrar diferencias significativas con respecto al transtorno postraúmatico entre el grupo de mujeres con pérdida gestacional inducida y aquel con pérdida gestacional involuntaria, ya que ambos grupos de mujeres lo experimentaron de manera intensa.
En el ámbito clínico generalmente tienden a estudiarse y atenderse de manera separada la pérdida gestacional inducida y la pérdida gestacional involuntaria. El resultado de esta investigación apunta a que quizá esta distición binaria podría ser profundizada en cierto sentido quedando por tanto como un elemento a revisar en posteriores investigaciones y en la práctica clínica.
Por último, como institución especializada en pérdidas gestacionales con 20 años de experiencia, esta investigación continua comprometiendonos con el dolor emocional de quienes viven una pérdida gestacional, inducida o involuntaria. Este dolor necesita ser reconocido, no sólo por quien lo vive, la madre, el padre, sino también por nosotros como comunidad gloabal de personas dedicadas a la investigación, la elaboración de políticas públicas y la atención clínica.
El que estemos reunidos hoy, en este congreso interdisciplinario es porque reconocemos que la concepción de un ser humano genera un impacto en todas las dimensiones de la vida ( entre ellas la salud mental) de su madre y padre, ya que este vínculo filial es indestructible. En conclusión, consideramos que este estudio abre una línea nueva de investigación, pueden descargarlo en nuestra página web, así también, nos dará mucho gusto continuar el diálogo y la conversación académica con ustedes, quedamos a sus órdenes
Mari Carmen Alva López
Instituto IRMA
También te puede interesar
Estaba parada en un alto observado a los que cruzaban la calle y llamó especialmente mi atención […]
Preocuparnos por la salud mental ha sido un gran acierto, sin embargo, deja de serlo si no volteamos la mirada hacia los niños, hacia los niños y sus pérdidas.
Ver al otro, escucharlo, percibir su necesidad, para construir una verdadera relación de apoyo, empatía y compasión.
Comentarios