1985: Voluntariados juveniles que empujan a la acción y descubren una pasión: ayudar me ayuda a crecer.

1989: Un trabajo: Orientar a mujeres con embarazos en crisis. Una OSC que hace plantearme preguntas ¿por qué duele el aborto? ¿qué hay detrás de reincidir? ¿cómo sanar?

1993: Una tesis de pedagogía; un buen pretexto para soñar. Un lugar para ayudar a quien ha pasado por el aborto.

Un sueño para que alguien más lo realice. Diseñar en papel, no hay nada más inofensivo “no obliga, ni compromete” alguien más podrá hacerlo.

1996: Del papel al examen profesional: los sinodales e invitados, fueron los primeros testigos e impulsores de que escribir si te compromete.

1998: Publicar un libro para compartir lo aprendido ¡No puede quedarse la tesis en una biblioteca universitaria!

Un proceso editorial que se detiene, al perder a mi bebé de 11 semanas de gestación ¡cómo confirmar que lo escrito, también lo siento en lo más hondo de mi ser!

La noticia de que un tercer hijo viene en camino, después de que sus hermanos mayores se llevan tan poquito tiempo uno del otro y con una economía familiar que asusta, me lleva a un medio compartido por muchas mujeres ¿podré? ¿es mayor mi susto que mi gusto?

Lo que conocía por referencia de algunas y por lectura de varios estudios, lo confirmaba: Un hijo que muere sin nacer te lleva a un dolor único.

1999: “Nadie tiene derecho de abrir una herida si no está dispuesto a cerrarla” Si no sabe cómo hacerlo.

Y qué hacer si te invitan a un programa de radio en vivo, para hablar del libro “Y después del aborto ¿qué?” Y escuchas una y otra historia que se repiten en un “es la primera vez que hablo de mi aborto” “pensé que hablaban de mí al decir los síntomas que tengo”

Más allá de la empatía, fue tocar el dolor propio e imaginar cuantas veces estaría duplicado en cada mujer que no contaba con redes de apoyo, con oídos que la escucharán, ni con personas que las acompañaran, reconociendo o validando su pensar, su sentir.

2000: Crear un espacio en donde expresar el pensar y sentir alrededor de un aborto, para entender lo sucedido y sanar. Sin ánimo de juicio, en donde hacer bien el BIEN, inició por ser uno de los motores para rodear a IRMA de personas amigas y competentes.

2000: Presente: IRMA, brinda atención psicológica especializada a quien ha perdido un bebé antes de nacer.

Siendo un espacio confidencial, profesional y libre de juicio.