La Organización Mundial de la Salud (OMS), define a la salud mental como el estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a la comunidad.
Los trastornos mentales se originan por múltiples factores que afectan a la población sin distinción de raza, género o edad, y se relacionan con factores genéticos, psicológicos, neurológicos, ambientales o sociales.
¿Por qué ir al médico es más válido que ir al psicólogo o psiquiatra?
¿Por qué si alguien tiene fiebre puede faltar al trabajo, pero sí tiene depresión o ansiedad le exigen que “le eche ganas”?
Las enfermedades mentales no se ven, pero existen. Y requieren la misma importancia que las físicas.
Que el ir a terapia sea visto como un símbolo de bienestar y no de locura